domingo, 31 de julio de 2016

Mujeres a la conquista del ajedrez

Por el profesor José Pecora—
Los días 13,14 y 15 de julio dentro del marco de la Expochess 2016, realizada en la ciudad de Vitoria-Gasteiz, capital de Alava, sede oficial del parlamento vasco, se desarrolló el Primer Congreso Internacional por la igualdad de las Mujeres en el Ajedrez, con el objetivo de propiciar que participen en un plano de igualdad con los hombres en toda la temática relativa al ajedrez, tanto en la faz deportiva como en la organizativa y docente.
Afiche de promoción dela Expochess 2016
Partiendo de la situación actual, en el congreso se analizaron las causas y se propusieron métodos y medidas a tomar para alcanzar dicho objetivo.
La realidad es que si bien hay cada vez más más mujeres que se interesan por el ajedrez, su participación en todo tipo de actividades relacionadas con este deporte, es inferior al diez por ciento con respecto a los varones. Y en verdad, si bien esto representa un gran avance sobre el escenario presente en nuestro planeta en tiempos pasados, aún es muy poco, porque no existen limitaciones de ningún tipo para que esto suceda, ya que la mujer está igualmente capacitada como el hombre para desarrollar esta disciplina.
Magnus Carlsen, actual campeón del mundo junto a la mejor jugadora de todos los tiempos,
la húngara Judith Polgar 
Pienso en lo personal, que esta situación se debe a una falta de interés de las damas por desconocimiento de lo que es el ajedrez, los beneficios que brinda y las oportunidades laborales que presenta. Estas últimas, todavía son pocas en nuestra patria, pero en los países de Europa, cada vez más se propicia la enseñanza del ajedrez en las escuelas, donde el género femenino tiene una gran predominancia y allí aparece una fuente laboral de gran importancia.
Docente enseñando a niños pequeños
Ajedrez en el aula
Asimismo, todos los días recibimos noticias sobre novedades, cambios, modificaciones y avances  que las mujeres  van logrando en el sistema patriarcal que regula a la sociedad existente en el mundo desde que el ser humano tiene memoria y prácticamente casi no hay actividades en la que no tomen parte en un pie de igualdad con los hombres, aunque quizás siga habiendo algún tipo de discriminación en lo relativo a las remuneraciones.  
Si nos remontamos hacia atrás unos cientos de años, muy pocas mujeres jugaban al ajedrez, por lo menos en público. El primer torneo de la historia en el que solo intervinieron mujeres, se disputó en Londres en 1897 para celebrar el jubileo de la Reina Victoria de Inglaterra.
El torneo despertó una gran expectación y también muchas opiniones en contra, ya que muchos consideraban que las mujeres no podrían alcanzar el nivel de los hombres frente a un tablero. Uno de los más escépticos fue el famoso jugador inglés Henry Blackburne, que pronosticó un completo fracaso para este evento, porque consideraba a las mujeres como poco idóneas y de escasa resistencia para jugar al ajedrez. Tras ver la calidad de las partidas que se jugaron, Blackburne se rectificó públicamente y reconoció su error. Comentó que había seguido con el mayor interés todas las partidas y que el resultado había sido altamente satisfactorio y el éxito incontestable.
Dibujo realizado que muestra a las jugadoras del Torneo de Londres de 1897
La ceremonia inaugural tuvo lugar en el Hotel Cecil y el discurso de bienvenida fue pronunciado por el diputado del Parlamento Británico Mr. Plunket.
Hotel Cecil de Londres
El torneo comenzó el 23 de junio de 1897 en el Ladies Chess Club y se jugaban dos partidas de cuatro horas cada una al día, descansando sólo los domingos: la primera de 13 a 17 hs. y la segunda de 19 a 23 hs. Un esfuerzo bastante importante, lo que deja de lado el concepto de “sexo débil”.
Imagen del torneo
Con la creación de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) se realizó el primer campeonato mundial femenino en 1927, resultando vencedora Vera Menchik (ver nota de mayo de 2015 de unoytres) Ella les jugaba de igual a igual a los hombres y prácticamente no tenía rivales entre las jugadoras de su mismo género. Retuvo el título hasta su muerte, ocurrida en 1944, durante unos bombardeos a la ciudad de Londres.
Primera campeona mundial  Vera Menchik
Vera Menchik fue la primera jugadora que se atrevió a desafiar las normas de la sociedad de principios del siglo XX. Decidió participar en torneos de ajedrez reservados exclusivamente para hombres, se mostró firme y demostró mucho valor para enfrentarse a las duras críticas que fueron vertidas sobre su persona. Además supo sobreponerse a la dura competencia planteada por unos hombres que no podían permitir que mancillasen su orgullo con una derrota ante una mujer. Todo esto ocurrió en una época en la que era impensable que una mujer pudiese competir en cualquier actividad del mundo masculino, de ahí el mérito de esta auténtica pionera que puso una piedra en el duro camino de la igualdad entre sexos.
Su gran rival en el tablero fue la alemana Sonja Graf, (1908-1965) que tuvo una vida bastante tumultuosa, llena de alcohol y excesos, como resultado de los numerosos abusos en su juventud causados por su propio padre. 
Debido a esto, quedó bastante afectada sicológicamente. Su nombre de nacimiento era Susann. Se lo cambió por Sonja y jugaba al ajedrez “vestida de hombre”. Las siguientes imágenes son bastante elocuentes.
Sonja Graf 
Sonja Graf fumando, siendo observada por Vera Menchik. Realmente parecía un hombre
Sonja Graf junto a la campeona mundial Vera Menchik
Sonja Graf, considerada como la segunda mejor jugadora del mundo de la época, se quedó algunos años en Buenos Aires, al igual que muchos otros jugadores por el tema de la segunda guerra mundial, donde pudo rehacer su vida. En 1947 conoció a un comerciante marítimo llamado Vernon Stevenson, con el cual se casó. 
La jugadora alemana en 1941 en Buenos Aires, ya con fisonomía femenina
Ambos se mudaron a California, donde siguió jugando al ajedrez. Sólo se retiró del tablero durante el período de gestación de su hijo Alexander. Salió campeona de Estados Unidos dos veces: en 1957 y en 1964, un año antes de su muerte, ocurrida en 1965.
Foto  de Sonja poco antes de su muerte
Curiosamente, el apellido del marido de Vera Menchik, era el mismo que el del marido de Sonja: Stevenson aunque no eran parientes entre sí.
En los últimos sesenta años han surgido muchas buenas jugadoras, como el caso de las georgianas Nona Gaprindashvili, Maia Chiburdanidze, la sueca Pía Cramling, las hermanas Polgar, y últimamente las jugadoras chinas, como el caso de la campeona mundial Hou Yi Fan, entre muchas otras. El panorama ha cambiado bastante, pero como ya hemos mencionado, es necesario todavía ampliar la participación femenina.   
Esperemos, por el bien del ajedrez, que las conclusiones alcanzadas en el congreso, sean efectivas y se tengan en cuenta para  lograr que las mujeres se incorporen masivamente a su práctica. 

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